El Observatorio ALMA: Qué nos dice la astronomía sobre la vida en otros mundos
- Por Matías Ávila
¿Estamos solos en el Universo? ¿Cómo sería la vida en otros planetas? Estas son solo algunas de las preguntas que se han hecho distintas personas en la historia de la humanidad. El norte de nuestro país alberga uno de los cielos más prístinos y adecuados para realizar observaciones y estudios astronómicos.
Podemos hablar, por ejemplo, del Observatorio ALMA, el radiotelescopio más grande del mundo que cuenta con 66 antenas repartidas en el Llano de Chajnantor, cerca de San Pedro de Atacama. Como dice parte de su misión,"en busca de nuestros orígenes cósmicos", se espera que se pueda encontrar alguna pista sobre cómo se origina la vida y la posibilidad de un mundo habitable fuera de nuestro sistema solar.
"Hablamos de un mundo habitable cuando empezamos a pensar si podrían existir ciertas condiciones para albergar vida en un planeta", y es que no tan solo el agua líquida es importante para encontrar un nuevo santuario para la vida. Condiciones de suelo adecuadas, una atmósfera, un fuerte campo electromagnético que nos proteja de la radiación y del viento solar, ciclos de temperatura adecuados son otros de los factores clave que nos permiten descartar la mayoría de los cuerpos celestes que conocemos.
En los últimos años, la comunidad científica ha encontrado ciertos candidatos que se encuentran dentro de nuestro propio sistema solar, y no necesariamente hablamos del polémico caso de Venus, y nuestro favorito de la ciencia ficción, Marte. Existen lunas como Europa, satélite de Júpiter, y planetas enanos como Ceres, en el cinturón de asteroides, que son muy prometedores. Pero, ¿cómo estudiamos estos objetos?
Para estudiar objetos lejanos, se utilizan telescopios como ALMA para estudiar la composición de la atmósfera de estos planetas, y así poder detectar la presencia de moléculas clave para la vida, o biomarcadores como la fosfina en Venus, una molécula que se genera como resultado del metabolismo de algunas formas de vida microscópicas como el fitoplancton.



En los últimos años, distintas agencias espaciales han llevado a cabo distintas misiones espaciales con satélites, y se espera que puedan recopilar datos de las atmósferas e incluso superficie de algunos de estos objetos, para así poder descubrir su composición química. Tal es el caso de la misión Europa clipper, que observará el satélite del mismo nombre: "Se cree que bajo de la superficie hay un océano líquido, que es una de las condiciones para habitabilidad".