¿Cómo incide la mala calidad del aire en el desarrollo de enfermedades respiratorias?
- Por Matías Ávila
Comienza agosto y hemos pasado ya la mitad del invierno, en donde las bajas temperaturas ya se sienten a lo largo del país y las lluvias, aunque escasas en algunas zonas, se han hecho presentes. Es en esta época donde los virus y bacterias que generan enfermedades respiratorias logran proliferar más fácilmente, y amenazan la salud de niños y adultos constantemente. Además del frío, entra en juego otro factor que empeora la situación, y se trata de la mala calidad del aire.
Cuando hablamos de la mala calidad del aire nos referimos a toda la contaminación que se hace presente en el aire en forma de micropartículas o gases, podemos destacar las emisiones de industrias en el norte, el smog por quema de combustible de vehículos en las grandes ciudades, y el popular uso de estufas a leña en el sur, como las principales causas de esto. Es por este último motivo que las localidades chilenas con peor calidad del aire suelen ser Coyhaique, Osorno, Padre Las Casas (Temuco), Pitrufquén, Nacimiento y Victoria, por el considerable aumento de calefacción en invierno.
"La mala calidad del aire y el frío son un ambiente propicio para tener todas las enfermedades respiratorias", señala Gema Pérez, pediatra broncopulmonar. Niños menores de 5 años y personas con enfermedades respiratorias crónicas o autoinmunes son quienes se ven más vulnerables en estas condiciones. “Un adulto en promedio respira 12 veces por minuto, mientras que un lactante puede llegar a respirar entre 40 y 50 veces por minuto”, añadió. Es por este mismo motivo que se hace un llamado a no realizar deporte al aire libre cuando la condición del aire sea mala, ya que, al acelerar nuestro ritmo cardiaco, nuestro cuerpo requiere una mayor oxigenación. En otras palabras, respiramos con mayor frecuencia.
La presencia de material particulado, químicos en forma de gas y otros elementos contaminantes generan daños en las vías respiratorias, lo que aumenta la probabilidad de contraer infecciones y enfermedades. Los principales síntomas que se encuentran al respirar aire de mala calidad son irritación en la zona de los ojos y vías respiratorias, aumento de secreción nasal, inflamación de faringe, entre otras.
De acuerdo con el Informe a las Naciones, "El aire que respiramos: pasado, presente y futuro”, realizado por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2): “La contaminación atmosférica por material particulado fino con tamaños inferiores a 2,5 micrómetros (MP2,5) causa alrededor de 3.000 hospitalizaciones y cerca de 4.500 muertes al año en Chile”.
Es por eso, que una de las principales recomendaciones, a pesar de ser básica, sigue siendo cubrir el sector de la nariz y boca para propiciar protección y calefacción de las vías respiratorias. De esta forma, ayudamos a nuestro cuerpo a combatir cualquier infección que pudiésemos contraer por este medio.



Como ocurrió en la pandemia, las mascarillas N95 y KN95 han demostrado ser las más útiles en estos contextos, dada su alta capacidad de filtrado del aire que ingresa a nuestros pulmones, por lo que se vuelve una buena opción para protegernos durante los días de preemergencia y emergencia ambiental.
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