Antioxidante, aromática y ornamental: Conoce cómo sembrar y cuidar el jengibre en casa

El jengibre es un rizoma de origen asiático muy valorado. Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias suelen aprovecharse en remedios caseros, mientras que su sabor picante y aromático lo convierten en un ingrediente esencial para la cocina. 

Además, su planta también es ornamental: Presenta tallos que pueden alcanzar los 120 centímetros, hojas lanceoladas y flores amarillas con matices rosas y violeta que aportan un toque exótico al jardín. 

¿Cómo sembrar el jengibre?

Como reseña Almanac, el jengibre prospera en climas cálidos y húmedos. Lo ideal es plantarlo en interiores a finales de invierno y trasladarlo al exterior cuando las temperaturas nocturnas superen los 13 °C. 

Para sembrarlo, se deben cortar pequeños trozos del rizoma con al menos un brote. Déjalos en remojo por una noche y coloca esos trozos sobre un sustrato húmedo y bien drenado, cubriéndolos ligeramente. 

Luego de dos o tres semanas, el jengibre comenzará a brotar y será hora de trasplantarlos a macetas más grandes o al jardín, a unos 7 centímetros de profundidad y con 20 centímetros de distancia entre cada planta.

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Gardenary resalta que esta planta prefiere suelos húmedos, ricos en materia orgánica y con sombra parcial. Se riega regularmente sin encharcarla y se agrega compost mensual. Tras unos 8 a 10 meses, las hojas se secarán y este será el mejor momento para cosechar el jengibre fresco.